Los ensayos

Los ensayos son un proceso de aprendizaje y repetición consciente. Suelen durar largar semanas, varios meses (en función de los espectáculos) y hay tantas maneras de ensayar como directores de escena diferentes…

El sastrecillo valiente se creó entre Granada y Madrid. Como ya sabéis trabajamos en el Parque de las Ciencias, ante la mirada de los visitantes al museo. La primera parte del montaje y ensayos del espectáculo se gestó así. Algo difícil pero apasionante, por esa suerte de compartir un trabajo que suele ser íntimo y privado. En algunos momentos convocamos ensayos para grupos (como estudiantes de Bellas Artes o profesores de varios centros educativos).  Conocer sus opiniones desde el propio laboratorio teatral, fue algo muy enriquecedor para nosotros.

Ensayo con estudiantes BBAA

Ensayar un espectáculo, concebir las acciones y gestos de cada escena, orquestar todos los elementos que la componen, es una tarea que demanda muchísima energía, concentración y generosidad. Un actor, un titiritero, debe probar, arriesgarse, proponer, escuchar, dialogar, equivocarse, exponerse de forma muy intensa. Físicamente suelen ser fatigantes e intelectualmente también. Los ensayos devienen un genuino ejercicio de confianza, con los compañeros y sobre todo con el guía, el director, esa persona que tiene en su imaginario el conjunto del espectáculo, y conjura a unos y otros para cumplir sus propósitos.

Enrique Lanz conversa con los actores

Momento de ensayos

En la segunda parte de los ensayos, en Madrid, contamos además con la participación del director Jorge Ferrera, quien estuvo a cargo de la dirección de actores. Allí también se sumaron los músicos y se continuó «armando el puzzle»…

Jorge Ferrera y Noche Dieguez

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La creación es siempre un momento de angustia, placer, aprendizaje infinito…