El montaje técnico
Hoy hemos comenzado el montaje técnico en la sala Tecnoforo del Parque de las Ciencias, para la función de El retablo de maese Pedro del próximo día 25. A propósito de esta actividad hoy compartimos fotos de otros montajes en diferentes teatros, durante las giras en pasadas temporadas.
La gira empieza en Granada, cuando se cargan los dos trailers en los que se transportan los títeres y escenografía. Cargar un camión puede parecer una mera tarea mecánica, un ejercicio de fuerza, sin embargo no es así. Al transportar piezas frágiles, la carga es un momento de “delicado tetris”, cada pieza debe ir a su sitio, correctamente, acolcharla para que no sufra, atarla para que no se mueva en el viaje, y colocar la siguiente con sumo mimo. Los volúmenes de los camiones se estudian, y todo se coloca también teniendo en cuenta el orden en que deben salir ya en los escenarios.
En los teatros a veces las descargas no son fáciles. El voluminoso cuerpo de Sancho Panza, por ejemplo, tuvo que entrar al Palais des Beaux-Arts de Bruselas en andas por el mismísimo palco real, pues no cabía por otra puerta. ¡Excelente metáfora para este personaje que se creyó rey de la ínsula de Barataria! En Oviedo, en el Auditorio Príncipe Felipe, tuvimos que abrirle paso desmontando puertas…
Varias personas de nuestro equipo –Enrique Lanz, Óscar Ruiz (arriba en la foto), José Luis Villegas, Migue Rubio, Alberto Rodríguez, Yanisbel Martínez, Merlí Borrell– viajan varios días antes de la función para montar, y son respaldados por los equipos técnicos de los teatros. Se pone en marcha toda una legión de maquinistas, eléctricos, técnicos de audio-vídeo y personal de carga y descarga…
Pero desde meses antes comienza el trabajo con los planos. Nuestro espectáculo se implanta en los escenarios donde se va a representar, y así al llegar sabemos exactamente en qué punto del espacio va colocado cada objeto, foco, telón, o proyector. Esto es un minucioso trabajo que realizan Alberto Rodríguez (en la foto de abajo), autor de la iluminación, y Enrique Lanz, director de escena.
36 horas de montaje, repartidas entre 2 o 3 días de trabajo, son necesarias para poner el espectáculo en pie en cada escenario y iluminarlo.
Cuando las funciones terminan, quedan entre 6 y 8 horas de trabajo para desmontar y cargar el espectáculo. Hacemos el mismo proceso a la inversa, hasta llegar a Granada, donde los dos trailers se descargan, el material se repara (siempre sufre mucho en los viajes) y se almacena hasta la siguiente gira.
Cuando el público llega a la sala para disfrutar del espectáculo seguramente no imagina el enorme trabajo que hay detrás de cada función. ¡Cuántas horas y cuántas personas laboran para ofrecer esta ópera!