Títeres, cantantes, músicos, director... Fotografía de Javier del Real.Después de diez años sin representar nuestro montaje de La serva padrona, el Teatro Real nos pidió retomarlo en esta temporada donde Mozart tiene un peso especial, pues conocidas son la influencia de esta ópera bufa en la obra de Mozart, y su repercusión también en el teatro de su época.

Mucho podríamos hablar de este montaje, de sus hallazgos técnicos, de sus títeres, orígenes con la OCG, estéticas, etc., para para saber sobre esto recomendamos la lectura del catálogo de nuestra exposición, donde estos temas se abordan ampliamente.

Reponer un espectáculo es siempre un riesgo, que cuando sale bien lleva una dosis extra de ternura, como quien se reencuentra con un amigo muy conocido después de años sin verle. Este es un espectáculo que queremos mucho, porque además de girar con él durante cinco años y de hacer cerca de doscientas representaciones; fue el que abrió para Etcétera, para los niños y para muchas compañías de este país, las puertas del Gran Teatre del Liceu. En este importante teatro catalán comenzaron la programación para niños en la temporada 1999-2000 con esta Serva padrona nuestra.

Para esta reposición pasamos cerca de dos meses ensayando a diario, sobre todo Óscar Ruiz y Carlos Montes, quienes se estrenaron en los personajes de Vespone y Uberto (respectivamente). Se sumó también al equipo Yanisbel Martínez quien se encargó de la ayudantía a la manipulación y pequeños elementos (como la rata o los títeres de guante). Al frente de Etcétera, como siempre, estuvo Enrique Lanz, quien interpretó a Serpina. Lanz es además el creador de los títeres, la escenografía y la puesta en escena.Ensayo La serva padrona

La parte musical estuvo a cargo de la Orquesta Escuela de la Sinfónica de Madrid, dirigida por el maestro José Antonio Montaño. Desde 2009 hemos trabajado con esta orquesta en varios montajes en el Teatro Real (El retablo de maese Pedro, Pedro y el lobo, La serva padrona) y siempre la experiencia ha sido altamente satisfactoria. Por eso lamentamos que la crisis amenace la continuidad de esta maravillosa agrupación que brinda un gran servicio al teatro y por tanto a la sociedad.

Seis solistas de la Orquesta Escuela – Jorge Guillén, Silvia Romero, Francisco Palazón, Marta Morán, Ana Chamorro y Sara Morgado- jóvenes y talentosos nos premiaron cada día con su entusiasmo y entrega al trabajo. Y por supuesto, el maestro Montaño, que desde el clave tocaba, dirigía e interactuaba con los títeres. Solistas de la Orq. Escuela de la Sinf. de Madrid y el maestro J. A. Montaño

Entre los músicos se “coló” un “falso violinista”, Migue Rubio, actor que engañó a muchos que pensaron que tocaba realmente el violín. Su personaje es el concertino de la orquesta, y poco a poco deja de tocar para relacionarse con los títeres y cantantes.

Fotografía de Javier del Real.Eugenia Enguita, soprano, puso voz a Serpina. Esta joven cantante hizo una deliciosa Serpina coqueta, juguetona. Su presencia en escena y bella voz justificaron a la perfección lo que dice el personaje: “Non son io bella, graziosa e spiritosa?”

Uberto (títere) y la soprano (Eugenia Enguita). Fotografía de Javier del Real.

Uberto fue interpretado por dos cantantes. El primer fin de semana estuvo Manel Esteve, barítono, quien ya había actuado con nosotros entre 1999 y 2003 en la primera etapa del espectáculo. Manel es un portento escénico, un cantante extraordinario, con grandes capacidades actorales y cómicas. Este montaje mucho le debe a él, a su energía y chispa.

El bajo Pablo López, cantó entre el 9 y 14 de abril. Pablo es también un cantante muy desenvuelto actoralmente, por lo que consiguió imprimirle al personaje nuevos matices.

Pablo López y Serpina

Debemos destacar la labor del equipo del Teatro Real, que consiguieron que el trabajo allí fuese un auténtico placer. Agradecemos especialmente a José Antonio Torres, regidor, Rita Cosentino, del Proyecto Pedagógico, y a Inés Tostón, del Departamento de  Comunicación, por todo su apoyo y complicidad.

Entre todos juntamos nuestras mejores energías y salieron unas funciones hermosas, que disfrutamos muchísimo. ¿Pero que sería de nuestro gozo sin el público? Evidentemente nada tendría sentido sin los espectadores y ellos nos colmaron con la sala siempre llena, aplausos calurosos y comentarios como el de un niño que dijo: “me duelen los brazos de tanto aplaudir…”

Llegue también un agradecimiento muy hondo a todas las numerosas personas que viajaron desde Granada y otros puntos del país para ver el espectáculo en Madrid. Esta fidelidad y entusiasmo nos llena de alegría y de fuerzas, porque son la prueba para nosotros de que el teatro, la ópera, la música, el arte, aun tienen un razón de ser en esta sociedad, a pesar de toda la gravedad de estos tiempos.

También varios medios de comunicación hicieron eco de nuestras funciones, y se anunció incluso en el telediario de RTVE. Aquí compartimos algunos enlaces:

ABC Sevilla, “La serva padrona, de Granada al Teatro Real”, por Juan de Gerónimo

Blog Público, “Ópera infantil: “La serva padrona” de Pergolesi/ Compañía Etcetera”Madrid

Titeresante, “La Serva Padrona” de Etcétera triunfa en el Teatro Real de Madrid, por Abel Gónzalez Melo

Periodista Digital, “Mi primera ópera…¡Pergolesi!”, por Eva Catalán

En diciembre volveremos al Real y esperamos que el balance sea igual de feliz que este.

¡Hagamos juntos que el teatro siga siendo ese lugar al que vamos colectivamente a cobrar fuerzas, a vivir intensamente, a  hacernos preguntas, a ser mejores!